Este excelente artículo, nos puede ser útil en el manejo de nuestras relaciones cotidianas.
"La ira tiene un evidente carácter social y se puede propagar o extender socialmente, de modo que el tratar con personas que experimentan ira casi siempre lleva a que también los otros la experimenten, aunque no tengan un problema especial [50]. Y esto no solamente por la provocación, que con frecuencia supone la expresión de ira de una persona, sino por el mecanismo denominado contagio emocional [68b].
Se han señalado tres fases en el proceso del contagio emocional [71]. En la interacción social, sin advertirlo conscientemente, se tiende a imitar y sincronizar de forma automática y casi instantánea las manifestaciones emocionales de la otra persona, como su expresión facial, movimientos o postura. Estas expresiones emocionales que se imitan, hacen sentir la emoción correspondiente. De este modo, llega uno a quedar contagiado por la ira de otra persona. Dado que el contagio emocional no ocurre solamente en la ira, también por este mismo proceso se pueden contagiar emociones positivas y es posible reducir o evitar que aumente la ira de la otra persona, pues también la calma y la tranquilidad se pueden contagiar.
(Tomado del capítulo 5 –¿Por qué se experimenta ira? del libro: Enrique Pallarés Molíns, Enrique: Controlar la ira. Menos enfados y mejores relaciones con los demás. Bilbao: Ediciones Mensajero, 2010. Ver sección Mis libros de este blog). Los números entre corchetes [ ] remiten a las referencias bibliográficas de las últimas páginas del libro.
3 comentarios:
Realmente es muy cierto que todos podemos contagiar a los demás nuestros sentimientos. Que bien nos hacen las personas que nos brindan serenidad, paz, mansedumbre. A todas ellas gracias por lo que nos pueden dar!!
Gracias por el hermoso texto que nos comparten. Es muy valioso saber meditar, mirar y evaluar nuestras prácticas vinculares y relacionales que nos permiten ir haciendo camino para lograr así la plenitud de nuestras vidas!!!
Con la expresión del rostro de la persona con la que interactuamos, podemos encontrar si estamos compartiendo ira o paz... hay que analizar un poco al otro para vernos reflejados, porque de lo que damos, recibimos.
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