sábado, 5 de mayo de 2012


REGIÓN ARGENTINA-PARAGUAY
ENCUENTRO DE DIRECTIVOS 2012
Mercedes 19 al 21 de abril

“Nuestras prácticas pedagógicas-pastorales como camino de humanización”




El pasado 19 de abril y, por tres días, tuve el privilegio de  asistir, por segunda vez, al Encuentro de  directivos antonianos en la ciudad de Mercedes.
Tanto la selección de los temas como las exposiciones que se ofrecieron son muy valiosas tanto para  reflexionar sobre las prácticas educativas como para enriquecer todos los aspectos  de nuestra existencia.
El teólogo Marcelo González ofreció una detallada explicación que nos permitió reflexionar acerca de cómo organizan las creencias las instituciones y nos invitó  a replantearnos nuestro propio sistema de creencias, desde las más profundas convicciones, como pueden ser las religiosas o ideológicas; hasta las más simples y cotidianas.
Esta revisión que, personalmente, jamás se me  había ocurrido plantear, generó un análisis profundo de mis  certezas y descubrí que han ido mutando y que algunas, que creí mantener, ya son sólo parte de la historia.  Tal vez por eso es que tanto me impactó la idea señalada por el especialista que refiere que cuando una creencia entra en crisis, ya dejó de ser una creencia.
Luego de poner a prueba nuestras certidumbres, comenzamos a analizar la pastoral educativa. ¿Qué entendemos  por pastoral educativa? Para iniciar una respuesta coincidimos en “poner en diálogo el servicio educativo que tratamos de sostener y la tradición cristiana. Es una forma de interpretación cristiana del hecho educativo.” Lejos de pensar en una decisión individual, debemos pensarla como una actividad plural, así como una urdimbre sobre la que se entrelazan las hebras para tejer un paño.  “Todo proceso del trabajo hacia una pastoral educativa es un trabajo fundamentalmente  comunitario. La educación  es una iniciación en la comunidad”. Para que los estudiantes puedan lograr  la síntesis entre fe-vida-cultura se hace imprescindible que la  gestión escolar sea a la vez pastoral de los educadores, entendiendo que no sólo es tarea de los docentes, sino de todos los integrantes de una comunidad educativa.
Una frase viene a mi memoria:”El que sabe mirar encuentra el camino”. Es por eso que los adultos de la comunidad debemos asumir  la tarea de discernir entre las múltiples opciones que ofrece la vida, poder elegir lo mejor y ayudar a otros a hacer sus propias elecciones, en especial a los niños y adolescentes, con quienes compartimos experiencias educativas.
Si bien los temas abordados exigieron de nuestra dedicada atención para tratarlos con la seriedad que requieren, la alegría estuvo presente durante todas las jornadas del  encuentro. En especial la noche del viernes. El tablao se pobló de bailadores y al son de sevillanas y rumbas,  representantes de todos los colegios antonianos hicieron galas de sus palmas y taconeos.
Para dar fin al encuentro, el Padre Gustavo celebró una misa muy participativa en la que nos invitó a pensar en ese niño, ese joven que educamos y a orar por él. Resultó una fiesta muy emotiva en la que se pudo percibir el infinito amor que Jesús nos manifiesta en cada momento y en cada circunstancia de nuestras vidas.
Todas las experiencias vividas durante estos tres días fortalecen nuestra tarea de educadores. Desde la charla informal con un colega de otra localidad como los análisis profundos, desde la competencia coreográfica hasta el saludo de la paz en la celebración eucarística, desde  el almuerzo compartido hasta los debates acalorados, todo se vivió en una intensa armonía que se manifiesta en la alegría  de quienes tuvimos la dicha de participar.
 Ojalá, en los próximos encuentros se posibilite mayor participación para que muchos más puedan disfrutar de estas experiencias tan ricas.
Bibiana Rogani

1 comentario:

Carmen dijo...

Siempre estos espacios de formación y encuentro nos animan a seguir adelante en nuestra tarea educativa. Gracias a todos los participantes que hicieron posible que el Encuentro se desarrollara en un clima de alegría, fraternidad y participación conjunta. Que Dios nos siga acompañando en nuestras realidades de cada día.